¿Cómo se hace el vino?

Si eres fan de beber una botella de tinto alguna vez te has preguntado ¿Cómo se hace el vino?  Siempre se nos viene a la cabeza la imagen de los pies descalzos pisando las uvas y te sorprendería saber que muchos métodos tradicionales de vinificación siguen siendo los mismos. Hoy te compartimos más sobre este proceso para hacer el vino con el que acompañas tus aperitivos

Cosechando las uvas 

Cuando se trata de cómo se hace el vino, todo comienza con arrancar las uvas de la vid. Hay algunas maneras de hacer esto, ya sea contratando personas para que recojan las uvas a mano o usando una máquina recolectora. El método para recoger las uvas no tiene mucho impacto en el vino en sí.

Si bien algunos pueden argumentar que las uvas recolectadas a mano reducen el daño potencial a la fruta y mejoran la selección, el uso de máquinas suele ser más rápido y económico. Sin embargo, muchos viñedos se encuentran en laderas empinadas, lo que dificulta el uso de maquinaria grande y pesada.

 Debido a que muchas regiones vinícolas se encuentran en climas cálidos, la recolección de la uva a menudo se realiza de noche para proteger a los recolectores del calor del sol. Una vez recogidas las uvas, se transportan para su estrujado. 

vino rosado, tinto y blanco

Triturar las uvas

Después de recoger y recoger las uvas, se pasan por una máquina llamada despalilladora. Este aparato despalilla las uvas. La siguiente parte es donde los vinos tintos, blancos y rosados ​​difieren mucho. A diferencia del vino tinto y los vinos rosados, las uvas del vino blanco se trituran completamente en una prensa.

Este procedimiento extrae las pieles y las semillas de la uva, dejando solo el jugo de uva. Luego, este jugo de uva se filtra mediante un proceso llamado trasiego, que garantiza que todos los sedimentos, incluidas las pieles y las semillas de uva, desaparezcan. 

Por el contrario, los vinos tintos y rosados con los que solemos disfrutar una deliciosa comida italiana, como un plato de pasta cos mariscos o una pizza ​​solo se prensan ligeramente antes de la fermentación. Esto se debe a que muchas de las cualidades y el carácter del vino tinto provienen de los taninos que se encuentran en la piel y las semillas de la uva. Como tal, se fermentan con la piel puesta.

 El proceso de fermentación

 La fermentación es probablemente el paso más crítico del cómo se hace el vino, pues es cuando se crea el alcohol. Para desencadenar esta reacción química, a veces se agrega levadura a los tanques con las uvas. La levadura añadida convierte los azúcares de la uva en etanol y dióxido de carbono, dando al vino su contenido de alcohol. 

En este punto, muchos productores de vino en masa mezclarán otros aditivos, como colorantes artificiales, edulcorantes y conservantes como el azufre. Por lo general, a los enólogos se les permite legalmente agregar cualquier ingrediente natural que deseen.  El vino tinto se fermenta a una temperatura de 70-85 grados en grandes recipientes abiertos.

Mientras el vino fermenta, los enólogos usan los recipientes abiertos para perforar las pieles de la uva, extrayendo más sabor. El vino blanco es un poco más simple que el tinto y el rosado. Una vez que se trasiega el vino blanco, el jugo de uva transparente se fermenta a fuego más bajo, a solo 45-60 grados. Todo este proceso de fermentación tarda varias semanas en completarse.

Después de este proceso se pasa a una etapa de maduración y posteriormente al embotellamiento de esta bebida la cuál amamos tomar acompañado de una pizza

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